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LA CIENCIA ES CULTURA

descubrimiento de la bacteria que causa la úlcera

 

Los descubridores de la bacteria que causa la úlcera

 

Los científicos premiados con el Nobel de Medicina en una foto de archivo (EFE)

El Premio Nobel de Medicina ha recaído este año en dos investigadores australianos que revolucionaron un escéptico mundo científico al descubrir que la úlcera y la gastritis no eran enfermedades procedentes del estrés urbano sino simplemente el resultado de una bacteria.

El Instituto Karolinska de Estocolmo ha querido reconocer la labor de los dos patólogos Robin Warren y Barry J. Marshall que en 1982 identificaron la "helicobacter pylori", una bacteria capaz de vivir en el agresivo entorno ácido del estómago, que resultó ser la causante de afecciones como la gastritis o la úlcera de duodeno.

Gracias al descubrimiento pionero de Marshall y Warren, la úlcera ya no es una enfermedad crónica sino una patología que puede curarse

En estudios los dos científicos demostraron que los pacientes podían ser curados sólo si se erradicaba la bacteria del estómago. "Gracias al descubrimiento pionero de Marshall y Warren la úlcera péptica ya no es más una enfermedad crónica sino una patología que puede curarse con un breve régimen de antibióticos y inhibidores de la segregación ácida", explicó el instituto.

Hasta el año en que ambos descubrieron esta bacteria, se había considerado que las afecciones estomacales de ese tipo eran consecuencia de un estilo de vida concreto, básicamente marcado por el estrés.

Gracias a los estudios de Warren y Marshall se sabe entretanto que el 90 por ciento de las úlceras de duodeno y el 80 por ciento de las gástricas son producto de esta bacteria. La Helicobacter pylori es un bacilo gram negativo alargado y de forma espiral que se aloja en la mucosa gástrica en alrededor del cincuenta por ciento de los seres humanos.

El componente urbano no sólo no existe, sino que la infección por la bacteria se da con mayor frecuencia en países con niveles socio-económicos menos desarrollados que en naciones industrializadas.

El contagio se suele producir en la niñez, generalmente de madre a hijo, y por lo general la bacteria se instala en el estómago para el resto de la vida del humano que la porta. Warren, de 68 años, fue el primero que observó unas bacterias pequeñas y curvas en las biopsias de alrededor del 50 por ciento de sus pacientes.

Lo decisivo fue que descubrió que cerca de los bacilos la mucosa gástrica siempre estaba inflamada. Marshall, de 54 años, se interesó por los trabajos de su colega más veterano y decidió unirse a sus estudios. Juntos hicieron un muestreo con cien pacientes a los que tomaron biopsias.

Tras una serie de intentos frustrados, Warren logró cultivar a partir de las pruebas la que luego se llamaría helicopbacter pylori y demostrar su presencia en prácticamente todos los procesos inflamatorios gástricos.

Al principio nadie podía creer que la bacteria sobreviviera en un hábitat capaz de disolver hasta clavos de hierro

Al principio, los científicos se tomaron con mucho escepticismo el descubrimiento, por no decir que se rieron de sus colegas australianos. Nadie se podía creer que un bacilo podía sobrevivir en un hábitat que era capaz de disolver hasta clavos de hierro.

Entretanto, no sólo nadie pone en duda el descubrimiento, sino que a partir de los estudios de Warren y Marshall se intensificaron las investigaciones sobre la helicobacter pylori hasta el punto de que en 2002 se habían presentado ya 15.000 estudios relacionados con esta bacteria.

En los estudios posteriores se han venido revelando los detalles exactos de los mecanismos patógenos de una bacteria que como se sabe entretanto sólo afecta a los humanos y es extremadamente variable.

El diagnóstico se puede realizar a través de un test de anticuerpos, mediante biopsia o con ayuda de una prueba de aliento.

La terapia consiste básicamente en la prescripción de antibióticos e inhibidores del ácido, si bien los facultativos advierten contra el uso indiscriminado de los primeros y sólo recomiendan el tratamiento si la enfermedad gástrica o duodenal es patente.

Marshall nació en Kargoorlie, y es profesor de microbiología en la University of Western. Warren nació en Adelaida y ejerció hasta 1999 en el Royal Hospital, de Perth. El Nobel de Medicina está dotado con 10 millones de coronas suecas (1,1 millones de euros) y se entregará, como el resto de estos galardones, el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de Alfred Nobel, fundador de los galardones.

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